Tan simple como Blockchain (Cadena de Bloques)

Siempre suele ser conveniente comenzar por el principio, cosa tan obvia como a veces tan extraordinaria.

Puede ser, que en algún momento hayas sentido curiosidad sobre esta tecnología que muchos dicen que puede cambiar el mundo y romper paradigmas establecidos, si no lo está haciendo ya. Y hayas acudido a los cientos de artículos o videos tutoriales que hay en la red, y en muchos casos tal como entras y lees un poco, desistes, para acabar concluyendo “esto no es para mí”, “no entiendo nada”, “no tengo la capacidad de abstracción necesaria para imaginar cadenas de información flotando en el universo digital”.

Si este es tu caso, no te preocupes, lo que te sucede no es nada raro y tiene solución. El problema lo tenemos nosotros, los que escribimos, que normalmente abusamos de una terminología que para el que tiene algo de conocimiento es obvia y para el neófito es élfico.

Por tanto y con este propósito de enmienda, vamos a intentar explicar qué es la cadena de bloques de la forma más sencilla que podamos. Para ello decíamos que íbamos a comenzar por el principio.

El comienzo de todo esto es que en el mundo hay una gran cantidad de información provista por multitud de agentes (personas, empresas, instituciones públicas, estados etc.) y no confiamos al 100% de que sea cierta, ya que es lícito sospechar que quien emite y transmite la información puede hacerlo de una forma partidista y ventajosa.

Una solución para ello es que haya intermediarios garantizando la veracidad de dicha información, ¿quiénes pueden ser? Personas (notarios), empresas (auditoras, medios de comunicación), instituciones públicas (Bancos centrales, organismos reguladores), Estados… así es básicamente el sistema usado hasta ahora, ¿te fías? Bueno, no queremos desconfiar, pero desde luego entendemos que son entes conformados por personas, y las personas suelen tener intereses personales, dijo Perogrullo.

Hay que buscar otra solución.

¿Os habéis fijado, que en un concierto la masa de espectadores, canta bien, aunque sus integrantes individualmente no lo hagan? ¿Habéis visto aquel programa de preguntas, en el que hay un comodín del público, que usualmente da la respuesta correcta? ¿O como una masa de personas es capaz de calcular de manera muy certera el peso de una res o los caramelos de una cesta en base a los promedios de sus respuestas, aunque individualmente sus opiniones sean muy dispares? Este fenómeno lo describe con mucho acierto James Surowiecki, en su libro “La Sabiduría de los grupos” (2004).

La masa suele tener razón o decir la verdad.

Por tanto, es posible que un grupo numeroso y heterogéneo de personas (una masa), tenga la cualidad de verificar la realidad de manera constante, si para ello cuenta con un estímulo. Un estímulo económico, obvio, aquí no hablamos de altruismo.

Pues sobre este concepto se asienta la Cadena de bloques.

En la cadena de bloques existe una multitud de participantes (nodos) que en lugar de tener una misma información compartida y modificable por todos; todos tienen una copia de la misma información y continuamente están verificando que su copia es idéntica al de resto de participantes. Por lo que para intentar incluir un dato falso o erróneo se debe lograr falsear la información de la mayoría (51%), ya que de otra manera esta nueva información no será aceptada como valida. La masa verifica y da fe.

Ahora imaginemos un libro, el que Uds. quieran. Cada página contiene una información. Estas páginas son los bloques. Para no tener que trasmitir, verificar y guardar todo lo que dice cada página, lo que vamos a hacer es codificar y reducir esa información del bloque en una frase o un número, pero lo haremos aplicando un formula matemática. Pues bien, el primer nodo que acierte el número que codifica la información que contiene la página, es el que ha hecho su trabajo de forma más eficiente y es quien se lleva la recompensa económica, sí y solo sí la mayoría de los otros nodos dan su visto bueno, están de acuerdo y aceptan guardar ese código como una nueva parte de su libro. La próxima página va a comenzar con este código recién hallado y en consecuencia la información se encadena.

Vemos, por tanto, que un grupo de individuos o nodos más o menos amplio, es difícil de sobornar o corromper si trabajan por un objetivo común, y por este motivo podemos confiar en que la información que esta contenida en una cadena de bloques es fidedigna con una altísima probabilidad.

Esta fidelidad de la información hace que en la cadena de bloques se pueda guardar, conservar y consultar de forma permanente todo tipo de información, desde transacciones económicas que es lo más habitual a día de hoy, pero también, pólizas de seguros, todo tipo de contratos, y por qué no, resultados electorales. En definitiva, todo aquello que hasta ahora requería de un tercero que verificara y de paso cobrara por sus servicios, puede ser ahora verificado y custodiado con mayor confianza y menor coste mediante esta herramienta colaborativa sustentada en el simple concepto de que la masa dice la verdad.

En próximas entradas de este blog, abordaremos los tipos de cadenas de bloques que existen y podremos profundizar un poco más en sus aplicaciones concretas puestas en marcha hoy día. Por lo que te sugerimos que estés al tanto de nuestras publicaciones. Asimismo, te invitamos que te acerques a conocer los cursos que ofrece el IFDC (Instituto Financiero Digital Criptoro) con los que podrás conocer y formarte en este apasionante mundo que está cambiando la manera en la que entendemos nuestro entorno.

Efrén Arroyo Franco

Criptoro Digital Blog

One thought on “Tan simple como Blockchain (Cadena de Bloques)

  1. Pingback: Cómo será la adopción de Bitcoin por la humanidad. Parte 1 | Territorio Blockchain

Comments are closed.