Teletrabajo y la España vacía

Nos han mandado a todos a trabajar desde casa, bueno a todos no, evidentemente hay profesiones en las que el teletrabajo no es una opción y no es preciso hacer hincapié en que no se puede patrullar la calle desde tu casa ni hacer una cirugía por Skype.

Pero obviando aquellas ocupaciones que requieren un contacto más o menos físico con el cliente existen muchas otras, en las que el teletrabajo se va a imponer como una opción laboral cada vez más extendida. Y me explico:

Esto no es nada nuevo, existen muchas empresas que, desde hace años, muchos años, tienen a parte de sus trabajadores realizando sus labores fuera de una oficina y con unos resultados en cuanto a productividad y rendimiento bastante aceptables e incluso mejores que los trabajadores presenciales. (13% más productivos según la Universidad de Stanford, ya en 2012)

Imaginemos la típica torre de oficinas de una mediana o gran empresa en cualquier ciudad, en ella trabajan digamos 500 personas, todas con un lugar de trabajo al que llaman “esta es mi mesa” en la que hay un ordenador y un teléfono como equipamiento básico.

Cada día para acceder a los medios de producción (ordenador y teléfono) que la empresa pone a su disposición, las 500 personas se desplazan desde diversos lugares, y por simple estadística se producen incidentes, (llueve y llego tarde, tuve un golpe con el coche, el niño está enfermo y lo llevo al médico, etc). Estos incidentes imposibilitan en muchos casos llegar al lugar de trabajo y provoca absentismo laboral y a las empresas no les conviene.

Trabajar desde casa, no exime de tener un horario, pero el horario puede ser más flexible, y esa flexibilidad saca mayor rendimiento de los diferentes ritmos circadianos de los individuos, haciendo que cada cual en la medida de lo posible y de su actividad laboral, aproveche la mayor creatividad y rendimiento en sus horas de mayor actividad física y mental. A las empresas les conviene, por tanto, que cada empleado pueda desarrollar el máximo de su potencial cada día.

Tenemos en consecuencia, menos absentismo y más productividad. Lo único que hacía falta es un evento del calado del que estamos padeciendo en este momento, para tener que poner en práctica esta modalidad de trabajo de forma generalizada. Los resultados se verán, y si son positivos, esta empresa de nuestro ejemplo, analizará la situación e inmediatamente se preguntará, si mis trabajadores son más productivos desde casa ¿Para qué necesito una torre de oficinas, con el coste fijo que esto supone? Es decir, que además sale más barato el teletrabajo.

Es inevitable por tanto que muchos de los que ahora estáis probando una nueva experiencia laboral, veáis como cuando todo vuelva a la “normalidad” se os recomiende seguir en casa.

De cumplirse estas premisas, los ahora nuevos teletrabajadores, adaptarán sus vidas paulatinamente a esta nueva situación ya no transitoria, y algún día no muy lejano algunos se preguntarán: Si trabajo desde casa y voy a la oficina ocasionalmente, 1 o 2 veces al mes, ¿Necesito vivir en una gran ciudad?

Las ciudades tienen muchas cosas buenas, nadie lo duda, pero a veces son estresantes y sobre todo son caras. A menos de 1 hora en coche encuentras otro mundo, naturaleza, pueblos que reclaman vida, alimentos de calidad, un entorno más saludable, menos contaminación en todos los sentidos… más PAZ… con menos servicios sí, pero con lo imprescindible para mi nueva vida, INTERNET.

Internet para trabajar, internet para comprar, internet para relacionarnos, internet para educarnos, internet para entretenernos, internet para nuestros trámites administrativos, internet para nuestras finanzas. Internet como herramienta básica de nuestra vida.

Este proceso puede llevar varios años, estoy seguro que así será. Pero gracias al teletrabajo creo que estamos asistiendo al resurgimiento de la España vacía, que falta le hacía.

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Efrén Arroyo Franco

Economista, Periodista y Director de Criptoro Digital Blog.